"Alberto F. Rold�n es argentino, doctor en teolog�a por el Instituto Universitario Isedet (Buenos Aires), m�ster en educaci�n por la Universidad del Salvador (Buenos Aires) y m�ster en humanidades (filosof�a pol�tica) por la Universidad Nacional de Quilmes. Ha dictado cursos y conferencias en Am�rica Latina, el Caribe, Estados Unidos, Espa�a y Corea del Sur. Autor de m�s de treinta libros y decenas de art�culos cient�ficos en revistas cient�ficas. Es un escritor interdisciplinario ya que desde la teolog�a dialoga constructivamente con la filosof�a, las ciencias sociales y la literatura latinoamericana. Es director de la revista: Teolog�a y cultura. Fue honrado como ""Personalidad Teol�gica 2016"" por AETAL. Su m�s reciente libro se titula: Escatolog�as en debate. Hermen�uticas del Reino de Dios y el fin de la historia, Oregon, Ediciones Kerigma."
"El tiempo, cuya desembocadura es la nada o la eternidad, es el hilo con que Alberto Rold�n va tejiendo sus reflexiones: Borges, Marechal, Fuentes, Cort�zar y Piglia son los puntos de una textura densa y abigarrada en torno a los temas fundamentales que nos constituyen como vivientes. La Literatura dice a la Teolog�a y la Teolog�a dice a la Literatura y juntas dicen a Dios, que es una de las formas de decir lo indecible."" - Eliana Valzura. Licenciada en literatura, m�ster en teolog�a, escritora. Rold�n entrega un soberbio ensayo panor�mico que sit�a el horizonte de estudio partiendo de un concepto de ra�z popular que define como pocos lo que representa la apocal�ptica: ""una teolog�a del aguante desde el reverso de la historia"". Si en Borges, el autor es capaz de extraer nuevas iluminaciones sobre la relaci�n metaf�sica entre tiempo y eternidad, en Cort�zar consigue arrancar brillantes notas teol�gicas al cl�sico cuento ""El perseguidor"". En Marechal encuentra, nada menos, la primera novela estrictamente evang�lica, y en Piglia, la ""imposibilidad �tica"" (""la �tica... ese estallido"", Wittgenstein dixit) desarrollada en sus proteicos personajes. Por �ltimo, en Fuentes aparecen dos momentos cruciales: el tiempo m�tico en la monumental Terra nostra como proyecci�n de un futuro alterado por las secuencias hist�ricas, donde lo apocal�ptico se desdobla laber�nticamente; en un segundo momento, entronca con la finitud humana, el bien y el mal, y las im�genes de Dios en tres de sus novelas. Acaso una frase del libro sirva para recapitular los alcances de este notable esfuerzo de cr�tica teol�gico-literaria que tanta falta hace en estos tiempos aciagos: ""El Apocalipsis es la otra cara de la creaci�n en el sentido de que implica la recuperaci�n de la creaci�n primigenia en su plenitud escatol�gica"". La conciencia del apocalipsis, seg�n parece, no nos abandonar� nunca. - Leopoldo Cervantes-Ortiz. Te�logo y poeta mexicano"